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Apartir del 8 de enero y hasta el 23 se celebra la "Fiesta Grande" que tendrá verificativo en la bella localidad de Chiapa de Corzo, ubicada a 20 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez en el hermoso estado de Chiapas; esta ciudad que fue la primera que fundaron los españoles en 1528 dio origen al santo patrono de San Sebastián que estaba orientado hacia los indígenas y más tarde los mismos ibéricos evocarán a Santo Domingo de Guzmán, quienes construyeron un convento con su iglesia entre los años de 1554 y 1568; cabe destacar que esta construcción de tipo religiosa del siglo XVI, se encuentra muy bien preservado con una planta de tres naves, artesonado, cúpulas nervadas sobre el crucero y el presbiterio, que tienen en conjunto una característica especial que se relaciona con el modelo de las iglesias mudéjares de la región sevillana de España; en cuanto al exconvento se le atribuye la construcción a los frailes dominicos Pedro de Barrientos y Juan Alonso.
La fiesta se realiza en honor para los tres patronos: El señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián Mártir, la parafernalia da inicio el 9 de enero, cuando las Chuntá, que son hombres vestidos de mujer comienzan su recorrido por las calles en las noches bailando, danzando y gritando a los cuatro vientos toda la alegría que fluye por sus venas, todo ello al son del bayasando, que significa ayudante o sirviente, que van con sus pequeñas canastas llenas de frutas sobre la cabeza, maquillados perfectamente, acompañados de flores y banderitas amarradas con un listón. Días después, el 14, es la noche del "rompimiento de la fiesta"-así le dicen-, y a partir del quince de enero entran en acción los llamados "Parachicos", que son los mismos lugareños disfrazados con una máscara laqueada hechas finamente en madera, pintadas en color carne claro, con ojos de vidrio azul, verde o castaño claro con largas pestañas sobre puestas, simulando los rostros europeos.
Por supuesto que se puede observar una gran maestría en la elaboración en el pintado y el tallado de la barba; en la cabeza llevan una montera hecha de ixtle tejido y anudado, sobre los pantalones negros se ponen otros más cortos con fleco y bordados con flores y una camisa blanca; en el pecho se ponen dos bandas cruzadas en honor a San Sebastián y en los hombros llevan un sarape tipo saltillo con franjas de colores, que en ocasiones se alternan con el negro.
Los danzantes aparecen por todo el pueblo, van por las banderas a San Gregorio que es un templo que esta ubicado en la loma, para bajarlas a la iglesia de San Sebastián y entre danza y música, patrón y prioste llevan a San Antonio Abad a las ermitas del consagrado y de San Antonio Abad."Ay vienen los Parachicos", es el grito de la gente que se oye por doquier.
Los "Parachicos" con gran entusiasmo bailan y cantan sin parar largas jornadas durante seis días, entusiasmando a todos los habitantes de Chiapa de Corzo, con sus chin chines al son del tambor y del carrizo, lanzando vivas y venerando al señor; sin dudad estimados lectores, la emoción inunda a los chiapacorceños y por supuesto a todos los turistas, que en medio de un gran bullicio intentan integrarse a las caravanas de los "Parachicos", que danzan y danzan por todo el pueblo.
Finalmente la fiesta entra en el ocaso hacia los últimos días de enero y aparecen un par de momentos culminantes que son la batalla naval que se realiza a orillas del río Grijalva en medio de un gran espectáculo de luces y colores, iluminándose la oscuridad de la noche con un despliegue impresionante de fuegos artificiales.
*Origen de la Fiesta
La leyenda cuenta que en aquellos días Chiapa de Corzo vivía en medio de una tremenda sequía y hambre, sin embargo los chiapacorceños recibieron gustosamente la visita de una distinguida viajera de nombre María de Angulo, dicha dama expuso a los habitantes del pueblo el motivo de su viaje y también de su gran pena: su hijo padecía de un extraño mal que le impedía mover las piernas. Había recurrido a los médicos más reconocidos del orbe, sin éxito alguno, por lo que decidió visitar los lugares más remotos en busca del remedio "para el chico". Cuando le hablaron de los curanderos de Chiapa, decidió consultarlos. Al poco tiempo apareció el de Namandiyugúa (cerro brujo), quien después de examinar al joven le recetó pócimas de hierbas y ordenó que se llevara al chico a los baños de Cumbujujú (lugar donde abunda el jabalí) para completar el tratamiento. La madre acudió al lugar y poco después sucedió un milagro, el joven empezó a recobrar la movilidad en las piernas. Doña María de Angulo agradecida mandó traer desde tierras distantes ganado y grandes cantidades de cereales para paliar la crisis en Chiapa.
En el mes de enero, el día de San Sebastián, doña María mandó sacar a su hijo en andas y desnudo, para que no volvieran a pasar penurias al pueblo. Más tarde ambos regresaron a su país y la situación de Chiapa había cambiado, la naturaleza pródiga se manifestó nuevamente; los lugareños relacionaron la abundancia con la petición hecha por la mujer y su hijo al santo. Con la llegada, los lugareños recordaron la visita con la representación de una muchacha y un joven vestidos como los personajes pasando por las calles, rodeados de sus sirvientes, quienes repartieron comida simbólicamente.
¿CÓMO LLEGAR?
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